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Publicado el: 29 diciembre de 2016 a las 6:11 pm, Por adm.
TwittearAnte el ambiente tenso y lleno de especulación que se vive con la llegada de Trump a la presidencia de EE.UU. es importante no olvidar que ya nuestro país años atrás ha venido enfrentando una desaceleración económica bajo un ambiente de inseguridad social; aunada a un entorno externo complejo caracterizado por la persistencia de precios bajos para el petróleo, una desaceleración en el comercio internacional y en el crecimiento económico global y una diversidad de eventos geopolíticos que han elevado la aversión al riesgo y la volatilidad financiera. El tener presente este escenario, no tiene como propósito minimizar el impacto del gobierno de Trump, pero si ubicarnos en un contexto para seguir manteniendo políticas a nivel empresa que permitan establecer estrategias para seguir enfrentando una situación económica como la que tenemos actualmente, y no solo dejarnos llevar por especulaciones en torno a la era TRUMP.
La llegada de Trump, el aumento del populismo en varios países, el Brexit; indudablemente, muestran que todo el escenario geopolítico a nivel mundial está cambiando. Ha surgido incluso la idea de que parecería ser que estamos transitando del monetarismo al proteccionismo de Keynes. Sin embargo, ante el desarrollo tecnológico que estamos viviendo, el proteccionismo que ahora quiere establecer Trump va a ser completamente diferente al que se vivió antes de la segunda guerra mundial, incluso al que EE.UU estableció con la Gran Depresión.
Efectivamente, actualmente ya estamos viviendo lo bueno y lo malo de la globalización. Parte de lo malo, la interrelación de procesos y toma de decisiones económicas que afecta a todos los actores de la escena mundial; y lo bueno, que la superestructura de organismos como la Organización Mundial de Comercio (OMC) generados a raíz de las guerras mundiales, junto con otros órganos internacionales, no permitirá que el efecto de las políticas económicas de Trump sea tan devastador. No estamos solos. Ya ha habido una apertura comercial en todo el mundo. La nueva era es de las IT information technology, y con el desarrollo tecnológico se abren otras oportunidades de desarrollo para las economías, para las empresas. El Estado ya no solamente es tomador de decisiones, las empresas en el mundo ya tienen tantos intereses que difícilmente van a cerrar sus oportunidades de negocios.
Recordemos que tan solo a nivel país, Trump no tiene el apoyo de todos los estados, y al interior de los estados donde ganó han ocurrido manifestaciones en su contra; e incluso estados donde ha hecho su imperio económico como Nueva York ha manifestado su oposición. Otros estados con una gran participación en el PIB como California, no está a favor de las medidas declaradas por Trump. Este es un ejemplo de estado que tiene una integración económica con nuestro país.